Clara María Calero Parra.
Maestra de música del CEIP San Fulgencio de Albacete.
“We don’t inherit the Earth from our parents,
we borrow it from our children.”
Lakota
Necesitamos cuidar este mundo porque sólo tenemos uno. Muchas veces hace falta ser consciente y ver los pequeños cambios que podemos hacer en nuestro día a día y así expandir nuestras semillas para conseguirlo. En la escuela tenemos un buen medio. Hay muchas cosas que se pueden hacer para ello. En este curso he descubierto algunas muy interesantes.
El curso “Environmental Education –Small Actions With Big Impacts” tuvo lugar del 17 al 21 de julio en Lisboa. Me puse en contacto con la organización de este curso el 19 de enero y este curso se ha ido perfilando a lo largo de este tiempo (fechas, actividades, horarios..)Toda la información requerida ha sido aclarada con prontitud y las dudas surgidas también.
El tema del curso siempre me ha gustado y he intentado buscar información sobre esos temas. Necesitaba saber de forma más rigurosa datos e información sobre reusar, reutilizar, y reciclar y cómo podíamos actuar desde nuestro pequeño espacio, así como descubrir las acciones que se están llevando a cabo en la sociedad para poder poner soluciones y concienciar a la población.
El domingo 16 de julio llegué a Lisboa. El lunes 17 a las 9.00 comenzó el curso. Todo fue muy distendido y cómodo con una presentación de alimentos saludables para poder tomar algo. La ubicación también fue acorde con la temática: nos situamos en un patio exterior con un enclave natural y próximos al huerto.
Comenzamos presentándonos, hablando de nuestro centro y de lo que esperábamos con este curso. Luego continuamos con una presentación sobre las 6 Rs “ Rethink, Refuse, reduce, reuse, recycle and rot”. Descubrí nuevas acciones sencillas que se pueden hacer en el día a día con nuestros alumnos para reducir el impacto y abalar la sostenibilidad de nuestro planeta.
El martes también tuvimos una mesa saludable para tomar algo en los descansos. La temática de la presentación fue Reciclar. Hubo datos interesantes de lo que envuelve una cadena de reciclaje, lo que se puede y lo que no, así como otras opciones más sostenibles que reciclar.
Por la tarde fuimos a visitar “Olivais Pedagogical Farm” donde encontramos un espacio natural donde conviven especies animales y vegetales. Está mantenido por el Ayuntamiento y fue grato ver cómo había muchos niños visitando y haciendo actividades que les hicieran un poco más conscientes del entorno que tenemos y cómo cuidarlo.
El miércoles 19 hicimos un paseo turístico a Belém, donde descubrimos el papel del Arte en la educación medioambiental e hicimos una limpieza en los alrededores de un espacio turístico como es la Torre de Belém. Fue muy impactante para mí descubrir la cantidad de basura que en quince minutos pudimos recoger en un lugar “supuestamente” limpio, especialmente colillas.
El jueves 20 hablamos sobre Rot and compost. Mostró ejemplos de cómo empezar con compost, nos mostró opciones y el suyo propio que se genera en su huerto. Para mí fue muy interesante descubrir esta posibilidad y tengo muchas ganas de ponerlo en práctica en el colegio, aunque considero que es una actividad que tiene que estar guiada porque no es fácil conseguir un buen compost.
El viernes hicimos un resumen de todo lo trabajado y vivido los días previos, cómo podíamos llevar estos aprendizajes a la vida y en especial a nuestras escuelas, qué pequeñas acciones podían ser el principio de esta cadena sostenible y adaptarlas a nuestro entorno social y ambiental desde el que provenimos cada uno de nosotros.
Después fuimos a comer a un vegetariano (Planet-based lunch) y paseamos por el Parque de las naciones donde descubrimos otra obra de Arte realizada con residuos (Bordalo II). A continuación realizamos una visita muy agradable al Aquiarium de Lisboa, dando por terminado nuestro curso.
Como reflexión personal creo que ha sido un tema muy interesante, con puestas en común fueron muy enriquecedoras, descubriendo y analizando la responsabilidad que tenemos de cuidar nuestro planeta con pequeñas y diarias acciones.
Me he traído muchas ideas, basándome en que “pequeñas acciones tienen grandes impactos”, consciente de que podemos empezar por cosas pequeñas, cambiando nuestras mentalidades hacia un mundo más sostenible donde podemos reusar, darles nueva vida a nuestras cosas y tratar de reducir la cantidad de energía y basura que generamos.
Allí también hacíamos ejemplos prácticos de lo explicado. Así hicimos una bolsa para transportar cosas con una camiseta vieja, un posavasos con corchos de las botellas de vino, un envoltorio con cera de abeja que permite tener los alimentos frescos y tapados sin usar film, una plantación de albahaca en una botella de plástico y una microplantación para añadir nutrientes a los alimentos. Esta puesta en práctica nos hizo ver que se pueden hacer cosas en el colegio, prácticas, sencillas y con materiales reusables.
En la escuela se puede empezar por pequeñas acciones:
- Reflexionar si todo que usamos o compramos es realmente necesario.
- Hacer un uso responsable de materiales, aunque sean gratis o baratos.
- Reflexionar sobre lo que se puede reciclar y no, sabiendo de ante mano que el reciclaje también necesita mucha agua y energía. Valorar si el producto necesita ser reciclado o simplemente elegir otra opción.
- Tener un contacto con la naturaleza a través de las plantas. Organizar plantaciones en el huerto, en botellas de plástico, microplantaciones…
- Usar elementos de la naturaleza que podamos reutilizar para hacer actividades manuales. Ser conscientes de los materiales de los que disponemos para reusar, sin necesidad de comprar nuevos.
- Poner nuestra pequeña semilla en el desarrollo sostenible: ahorrando agua, desenchufando los aparatos electrónicos que no se necesiten, poniendo dosificar de agua, recogiendo agua antes de que salga caliente en la ducha, ver la posibilidad de hacer compost en casa o jardín cercano…